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Autor

Eduardo Sepúlveda

Engineering Manager Civil Structural Engineer of Universidad de Concepción Project Management Diploma of Pontificia Universidad Católica de Chile

Eduardo Sepúlveda

20 de julio de 2020

No cabe duda de que la realidad que hemos vivido durante los últimos 16 meses superó el guion más fantástico de ciencia ficción; marcados por una pandemia mundial, el teletrabajo y viviendo en una constante incertidumbre por no saber cuándo terminará esta película. Pero los seres humanos, algunos más que otros, tenemos la capacidad de adaptarnos y así lo hemos hecho, incorporando el encierro en nuestras rutinas y aceptando nuevas formas de relacionarnos con la familia, amigos y compañeros de trabajo. Sin lugar a duda, este proceso y el cambio profundo que ha implicado no ha sido fácil.

En este escenario, nos vimos en la necesidad de reubicar el 100% de nuestra actividad a las casas de los colaboradores de Pares&Alvarez, para resguardar su salud y la de sus familias. La situación inicial no fue sencilla, pues la misión de trasladar a 700 personas y mantener la operación, resultó desafiante y altamente demandante para todos nuestros colaboradores.

Luego del impacto inicial causado por la pandemia, vino el gran desafío, el de manejar y desarrollar ingeniería bajo esta nueva modalidad. El reto fue importante, pero también ha sido muy enriquecedor, ya que tuvimos que hacer frente a interrogantes respecto a cómo gestionar la calidad y equipos multidisciplinarios a la distancia o cómo mantener la productividad.

Luego de 16 meses en teletrabajo, podemos decir que los desafíos y cuestionamientos iniciales fueron resueltos satisfactoriamente. Dificultades, obviamente existieron, pero todas se fueron subsanadas gracias al trabajo y cultura interna que fuimos capaces de construir antes y durante la pandemia. Es así como durante este proceso aprendimos a gestionar los equipos de trabajo, clientes y proveedores a la distancia, donde la tecnología ayudó a que este camino fuera más simple.

Además, nuestra estrategia definida varios años antes, sobre la incorporación de Modelos 3D, primero, y, luego, la metodología BIM en la ejecución de proyectos de ingeniería, nos permitió asumir este desafío con la experiencia de trabajar en modelos colaborativos. Esto, sumado al aporte de cada uno de nuestros colaboradores, quienes colocaron esfuerzo, pasión y compromiso, nos ha permitido seguir desarrollando ingeniería con los estándares de calidad, eficiencia y cumplimento de plazos que nos han caracterizado por más de 25 años.

Es más, debido a las experiencias rescatadas, pudimos comprobar nuestras capacidades para realizar ingeniería a distancia. Fue así, como durante esta pandemia, abrimos oficinas en Lima, Perú, y en Perth, Australia. Además, la tecnología y la pandemia nos abrieron la oportunidad de trabajar con importantes consultores internacionales en el ámbito de la ingeniería, comunicaciones y desarrollo organizacional.

Por último, es importante que sigamos avanzando en mejorar la forma en la que desarrollamos los proyectos de ingeniería, implementando nuevas y novedosas tecnologías que nos permitan seguir a la vanguardia de optimizar los procesos de ingeniería, pues nadie nos asegura hasta cuando seguiremos en esta condición o que no se repita en el futuro. La pandemia nos dejó un aprendizaje, “nada es imposible, si nos los proponemos, y que las limitaciones, sólo están en nuestra mente”.