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Héctor Quezada
Gerencia de Consultoría

21 de abril de 2022

Ya es sabido que la aparición de nuevos materiales y los esfuerzos de compañías como Antofagasta Minerals, BHP o Minera Tres Valles, han logrado que la lixiviación de sulfuros secundarios en ambiente clorurado sea una práctica eficiente y beneficiosa para las mineras que han optado por esta opción para extender la vida útil del mineral.

Por otro lado, en los próximos años, se espera que se concreten una serie de proyectos para hacer lixiviación de sulfuros primarios, proceso más exigente y que requiere mayores temperaturas en la operación, lo que plantea un gran desafío a los equipos de innovación de las compañías.

Asimismo, en el mundo de la ingeniería, cada día la aparición de nuevas tecnologías redefine los límites de lo que es posible, y nos obliga desafiar lo preestablecido. El trabajo de repensar cómo hacer las cosas requiere de cambios en las formas de abordar los problemas, y mirar la experiencia de otras industrias es una opción que no es posible dejar de lado.

Actualmente, pensar en transformar los diseños de pila, que fueron concebidos para hacer lixiviación de óxidos, es un desafío para los equipos que están desarrollando proyectos de transformación de sus procesos. Siempre estará la tentación de chancar más fino para lograr una mayor recuperación. Sin embargo, lo anterior se tiene que compatibilizar a lo que realmente pueden lograr las plantas existentes, a una revisión del costo en energía por reducir el tamaño y a las limitaciones del mineral en cuanto a las alturas de apilado que se pueden alcanzar. Este último parámetro también afecta en que a mayores alturas, que se logran con tamaños de partículas más gruesos, se reduce el área expuesta, perdiendo menos calor al ambiente, por lo que se reducen los costos en aislar los sistemas y la conservación de calor se hace más eficiente, reduciendo así el costo de energía.  De esta forma, hay una serie de factores que se deben tener en cuenta para encontrar la solución adecuada para que un proyecto que maximice los beneficios.

Otro punto a tener en cuenta, son los espacios disponibles para las nuevas instalaciones requeridas. En general los diseños de las plantas fueron pensados para optimizar las distancias recorridas por las soluciones y los diseños compactos no dejan espacios suficientes para nuevas instalaciones en la cercanía de la pila. Esto genera una serie de limitaciones a la hora de pensar en tecnologías para lograr el calentamiento de soluciones, donde alternativas como la utilización de paneles termosolares, con una gran demanda de superficie y que tienen un gran atractivo para lograr los compromisos de descarbonización de las compañías y han logrado grandes avances en cuanto a tecnología los últimos años, deben ser estudiadas con una mente abierta.

Problemas como el manejo de soluciones corrosivas y el control de arrastres, requieren, por ejemplo, de la adaptación de soluciones tecnológicas de otras industrias como la del litio o del petróleo, donde varios de estos problemas están resueltos en otras escalas. De la misma forma, se necesita de un monitoreo continuo para la incorporación y adaptación de nuevos materiales y equipos que, permanentemente, está generando el mercado.

La hidrometalurgia, con sus plantas de lixiviación y extracción por solvente, tienen muchos años por delante y es un constante desafío de los equipos de innovación y proyectos adecuarse a los cambios que vendrán en la industria, siempre mirando el objetivo y no dejando de buscar alternativas novedosas para resolver los problemas que aparecen en el camino.