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Alejandra Martin
Jefe de Proyectos y especialista en relaves
Pares&Alvarez

 

30 de junio de 2021

Para aquellos que desarrollamos nuestra vida profesional en la industria minera y, en particular, en el ámbito de los depósitos de relaves, la incorporación de la economía circular en la última cadena del procesamiento de los minerales es una gran oportunidad para reducir la generación de residuos al ambiente. La incorporación de este modelo es un paso adelante para el bienestar de las comunidades y de la industria.

La economía circular, en palabras simples, significa cambiar la forma de producir, priorizando el uso de insumos de calidad, generando productos amigables con el medio ambiente y que sean sustentables y, no menos importante, “sin desechar”. Es decir, si esto último lo llevamos a la minería, en donde, históricamente, el relave era considerado un desecho, hoy debemos darle una mirada distinta, ya que puede llegar a ser un recurso que permita generar un bien. Un ejemplo clásico, es el pasto que se corta en las casas, considerado como basura por mucho tiempo, hoy puede ser más bien el comienzo de vida, si lo transformamos en compost.

No es fácil salir del modelo tradicional del procesamiento de minerales y, en particular, qué hacer con los relaves que se producen en la minería, pero la mirada circular, que está entrando con fuerza, también es aplicable a estos desechos.

La realidad nacional de los tranques de relaves nos dice que hay un potencial interesante de reciclaje y de reutilización del material acumulado en ellos, lo que puede proporcionar alternativas serias, sustentables y rentables. Con ello, además, la oportunidad de disminuir la atención negativa de las comunidades sobre estos intangibles asociados a fenómenos potenciales como la inestabilidad física, drenajes ácidos, emisiones de polvo e impacto en las fuentes de agua, efectos que, mediante la ejecución de proyectos que tengan como meta darle un destino circular, pueden cambiar la percepción de estos pasivos mineros.

Los cambios que se han producido en el último tiempo respecto al medio ambiente y la sustentabilidad han generado la necesidad de modificar la mirada de cómo hacer las cosas. Entonces ¿estamos cambiando el paradigma del fin último de los relaves, desde una acumulación sin destino a un reciclaje sustentable? Me parece que sí, reconociendo que detrás del cambio de percepción también hay una interesante oportunidad de negocio. Ejemplos de la reutilización del relave ya son una realidad en industrias como las cementeras, fabricación de ladrillos y baldosas, y construcción, entre otros.

Es más, en el 2019, el Ministerio de Minería lanzó el “Plan Nacional de Depósitos de Relaves para una Minería Sostenible”, el cual se fundamenta en tres pilares: seguridad de la población, medio ambiente y economía circular e innovación. Entre las acciones que se están desarrollando, está el proyecto de Ley de Cierre de Faenas 2.0, que incorpora el reprocesamiento y determinación de la vida útil de los depósitos; el establecimiento de una metodología para la estimación del valor económico de los depósitos artificiales mineros y la regulación de nuevos usos, es decir, permitir el uso de relaves, botaderos, ripios de lixiviación y pilas de descarte, entre otros, para usarlos como materia prima en la producción de materiales de construcción, como cemento, ladrillos o asfalto.

Un ejemplo del futuro posible de materiales de deshechos es la alianza entre empresas Minera Valle Central, Cbb, Schwager Service y la Universidad Católica de la Santísima Concepción, quienes proponen la creación de un nuevo producto “cementicio” denominado “Cemtail”, que busca reutilizar los relaves mineros en aplicaciones multiusos como pasta de relleno en minas, hormigón de baja resistencia, pavimentos, ladrillos, elementos estructurales prefabricados, impresoras de hormigón 3D, agregados de cemento, entre otros.
El trabajo en conjunto de estas entidades pretende lograr una solución para el mercado del hormigón, la que va asociada a la generación de nuevas líneas de investigación en materiales y tecnologías constructivas y otras posibles aplicaciones. Este nuevo escenario propiciaría el desarrollo de un modelo de negocio de base tecnológica bajo un enfoque de economía circular para productos derivados de los relaves.

Esta mirada distinta de reprocesamiento de los relaves es desafiante y a la vez apasionante, pero es aquí donde entramos nosotros, los profesionales del mundo minero, para subirnos al carro de este cambio por el bien de la industria y de nosotros mismos, el conocimiento, la ciencia y la tecnología sustentan esta mirada de llevar los relaves desde un desecho a un bien.