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Esteban Peña Guerra
Especialista en Instrumentación y Control
Gerencia de Ingeniería
Pares&Alvarez

14 de octubre de 2021

Durante los últimos 10 años, las compañías mineras del cobre se han visto en la necesidad de salir a explorar nuevas tecnologías e introducir innovaciones en sus procesos productivos, con el objetivo de mejorar su productividad y gestión del negocio minero.

Es así como se ha vuelto cada vez más común oír de la  industria 4.0 y 5.0, junto a los procesos de digitalización asociados. Hace algunos años atrás, en mis tiempos de estudiante de la Universidad del Bío-Bío, recuerdo a algunos de los profesores hablar del interés creciente de disponer de todos los datos, información y variables de una planta al alcance de todos, algo así como la revolución que estaba generando Netflix, en donde uno podía escoger lo que quería ver, dónde y cuándo verlo. Porque hasta ese momento, cualquier dato que uno requiriese para una determinada labor minera, debía ser obtenido en forma personal, tras algunas gestiones y acudiendo a la sala de control de la misma planta. 

Es en este contexto, en donde irrumpen en nuestro país los Centros Integrados de Operaciones (CIO) o también conocidos como Centros de Operaciones Remotas (COR). Estos centros podríamos definirlos como aquellos sitios en donde confluye toda la información de una planta, como datos de cámaras de vídeo, variables de instrumentos, estado de equipos e índices de eficiencia, entre otros, información que es recibida y procesada en tiempo real por una serie de servidores y herramientas informáticas que, finalmente, permiten mejorar la productividad (incrementando la eficiencia de los procesos productivos), ahorrar en costos y aumentar la competitividad de una compañía.

Pero ojo, esto se inició hace pocos años con “la primera ola de digitalización”, la que se caracterizó por emplear la automatización y remotización de actividades de procesos unitarios específicos,  incorporando salas de control de operaciones unitarias, teleoperación de equipos, reportabilidad en dispositivos móviles y sensorización de activos, entre otros.

Hoy en día, estamos en presencia de la “segunda ola de digitalización” con los CIO’s que, además de integrar la operación para mejorar la productividad, facilitan la toma de decisiones a nivel global de la compañía, dando un paso más allá de la optimización que se estaba efectuando en forma parcial en cada uno de los procesos.

Otro beneficio que se ha logrado es reducir la exposición de los colaboradores al riesgo de accidente al alejarlos de las faenas mineras, mejorando de esta forma la seguridad de las personas y, por consiguiente, su calidad de vida. 

A modo de ejemplo, el Centro Integrado de Operación Remota (IROC) de Anglo American cuenta con más de 100 personas que desempeñan sus funciones en sistema de turnos. De ellas, más de un 80% corresponde a operadores que antes debían subir a la faena Los Bronces y que actualmente trabajan igual de conectados operando, pero desde el piso 48 de la Torre Titanium en Santiago, disminuyendo así los tiempos de traslado y la exposición a las condiciones naturales y extremas de Los Bronces.

El espacio, que es el cerebro digital de la operación del yacimiento cuprífero, cuenta con 32 estaciones de trabajo que reciben la información proveniente de la faena, donde están instaladas más de 700 cámaras que capturan los distintos procesos que tiene la mina para extraer y procesar los minerales. Estas imágenes y la información que se obtiene se transmiten por conexiones de fibra óptica para mantener la seguridad de la comunicación, hasta la oficina remota donde se distribuyen en 150 pantallas de última generación, un videowall con 50 servidores, y distintos sistemas computacionales que sirven para analizar datos y procesos. 

Como dato importante, hasta el 31 de marzo del año 2021, en Chile, 7 de las 18 principales faenas mineras ya contaban con un centro de minería remoto operativo o en proyecto. La gran parte de estos centros se localizan en la ciudad de Santiago, pero ya existen proyectos que consideran la instalación de uno de estos centros en regiones. Un ejemplo es el CIO de Centinela (Antofagasta Minerals) que se pretende instalar en la ciudad de Antofagasta, con el propósito de también ser un aporte al desarrollo regional en empleabilidad, innovación y atracción de talentos, el cual debería estar operando plenamente el último trimestre del año 2022.

El desafío a corto y mediano plazo es estudiar las opciones disponibles para traspasar la experiencia de compañías como CODELCO, Anglo American y Teck entre otras, al resto de la actividad minera en sus diferentes niveles (mediana y pequeña minería) e impulsar mecanismos de trabajo e inversión público – privado.

Fuentes:

https://www.guiaminera.cl/centro-integrado-de-operacion-remota-de-anglo-american-permitira-controlar-los-bronces-en-tiempo-real/

https://www.mch.cl/2021/03/01/centros-de-operaciones-remotas-claves-para-la-mineria-del-futuro/#