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José Miguel Ortiz Arenas

Gerente de Desarrollo Minero Ingeniero Civil Metalurgista de la Universidad de Santiago Diplomado en Economía de Minerales de la Universidad de Chile

José Miguel Ortiz Arenas

José Miguel Ortiz
Gerente de Desarrollo Minero

24 de noviembre de 2020

En los últimos años hemos asistido a un gran y sostenido avance de la tecnología de lixiviación ácida en ambiente clorurado, impulsado entre otros por los desarrollos en Minera Michilla, Minera Tres Valles, Minera Spence, Minera Zaldívar, por nombrar algunos. 

Estos proyectos que resuelven en forma atractiva el balance entre inversión de capital, costos de operación y rentabilidad, han logrado con mucho éxito transitar desde operaciones tradicionales de lixiviación de óxidos a una operación que permite la lixiviación de mixtos, sulfuros secundarios y transicionales (bornitas), con niveles de extracción bastante competitivos.

Las variables claves del proceso; la inyección de sal, el tipo de sal, en qué forma se introduce al proceso, la tasa de adición, la incorporación de etapas de reposo, la inyección de aire a las pilas, los cambios de materialidad y el control de arrastres de cloro en SX, han sido sin duda un interesante desarrollo que permite a esta tecnología imponerse con bastante holgura frente a los tradicionales procesos de molienda-flotación.

Sin embargo, esto no ha quedado ahí: hoy los esfuerzos de las grandes compañías, en particular en Chile, están en dar con la receta hidrometalúrgica para las inmensas reservas de sulfuros primarios que aún no han tomado la decisión inversional. Gran parte de los laboratorios metalúrgicos, universidades y tanto medianas como grandes empresas mineras en Chile, están en una carrera por desarrollar para sus clientes una formula que permita su implementación industrial. En los últimos años se percibe mucho optimismo que en corto o mediano plazo se desarrolle en forma industrial opciones hidrometalúrgicas para minerales calcopiríticos a través de la lixiviación clorurada con la incorporación de temperatura moderada al ciclo de lixiviación.

Esto es una muy buena noticia. Es importante para toda la industria del cobre incorporar mejoras tecnológicas que desafíen el statu quo y permitan resolver los grandes y urgentes desafíos. Los desafíos de la minería del cobre son inmensos y ya muy discutidos, entre ellos el agotamiento y las bajas leyes de los recursos, los altos costos de operación, altos consumos de energía y agua, impactos ambientales, uso del territorio, entre otros. 

Hoy los metalurgistas más optimistas hablamos de un punto de quiebre en el entorno al 65% de extracción cobre, es decir si el proceso lixiviación clorurada con temperatura alcanza en forma controlada este nivel de eficiencia, será equivalente en rentabilidad a un proceso vía concentración tradicional. Esto ya se ha alcanzado a nivel de laboratorio y lixiviación en columnas y pilotajes industriales, por lo que hoy el desafío es escalar estos resultados a nivel industrial en forma estable y controlada.  

El problema tecnológico de elevar la temperatura de las soluciones de lixiviación en las pilas es un tema en desarrollo. Hoy las opciones de energía disponible en el norte de nuestro país se han abierto claramente con la incorporación de las ERNC a la matriz energética. Existen interesantes desarrollos en tecnologías térmicas que nos permitirán calentar altos volúmenes de soluciones y aire para inyectarlos a las pilas. Por ello, lo importante es abrir la competencia y desarrollar esto con impulsos claros y focalizados.  

La vía tradicional de desarrollo de proyectos para la explotación de sulfuros de cobre con tecnologías de molienda-flotación, y su posterior fusión de concentrados y electrorefinación, será desafiada fuertemente durante próximos años. Esto, fundamentalmente por el uso más eficiente de la energía, agua y territorio.

¿La lixiviación ácida en ambiente clorurado resolverá el antiguo desafío de la lixiviación de la calcopirita? 

Pares & Alvarez cree que sí, más temprano de lo que muchos pueden pensar, y se hará en Chile. Será en nuestro país, puesto que ya hay una movilización importante de compañías en búsqueda de su optimización, existe el know-how y capital humano importante asociado a esta área de minería, y además esta tecnología resuelve a muchas compañías aspectos esenciales de sus operaciones y proyectos, entre ellas:

  • Bajos costos de inversión para adaptación de plantas hidrometalúrgicas actuales
  • Bajos costos de operación, consumos de NaCl 10 -15 kg/ts, insumo nacional abundante Norte de Chile.
  • Menor uso de energía 5-10 KWh/t   v/s   30 a 40 KWh/ts para concentradoras.
  • Bajos consumos de agua 0,15-0,18 m3/ts   v/s   0,6 m3/ts (hasta 1,0 m3/ts en Zona Centro)

No genera depósitos o tranque de relaves, solo botaderos de ripios de 8% de humedad 

  • Elimina los problemas asociados a las fundiciones de cobre como las emisiones de dióxido de azufre y arsénico.

Esta tecnología representa una ventaja enorme para operaciones que transitan desde la lixiviación de óxidos a sulfuros, permitiendo el mayor uso de sus instalaciones, rentabilizar recursos marginales y la postergación de los cierres de mina.

En definitiva la lixiviación ácida en ambiente cloruro es una gran apuesta tecnológica que propone una mejora relevante en reducción de inversión de capital y costos de operación, que claramente tiene una mejor valoración ambiental y que convoca a muchas operaciones mineras y a muchos profesionales en Chile.