5 de septiembre de 2023
José Miguel Ortiz
Gerente de Desarrollo Minero
En un mundo donde la búsqueda constante de eficiencia y rendimiento parece dictar las reglas, es crucial detenerse a reflexionar sobre un aspecto del que poco se habla en la industria minera: la ley de nuestro cobre.
Desde hace varios años, la optimización de la producción en las faenas y el cumplimiento de las normas ambientales han sido temas recurrentes en el sector, orientando los desafíos en los últimos años hacia la búsqueda de soluciones. Esto ha resultado en procesos mineros más eficientes y mayor conciencia tanto en temas de seguridad laboral como medioambientales.
En este contexto, la ley de minerales emerge como un factor crucial para entender y abordar la producción de cobre. Cabe recordar que esta normativa no se limita simplemente a la cantidad de cobre fino en un yacimiento, sino que va más allá, involucrando la calidad del material extraído de la tierra.
Es esencial reconocer que la ley de minerales no es únicamente un número en una hoja de cálculo; representa un indicador fundamental de la viabilidad y rentabilidad de un proyecto minero. Actúa como un parámetro que señala cuánto cobre se puede extraer de una determinada cantidad de mineral. Una menor ley de minerales implica procesar una mayor cantidad de mineral para obtener la misma cantidad de cobre fino, lo que a su vez incrementa los costos operativos, gastos energéticos y los recursos involucrados en la extracción y procesamiento aumentan considerablemente con leyes de minerales más bajas, impactando negativamente en la rentabilidad de las operaciones mineras.
Tomemos el ejemplo de Codelco, la principal productora de cobre del mundo. En su Memoria del 2002, la compañía advierte sobre el desafío que representa la disminución de las leyes de mineral en sus yacimientos. A medida que las minas envejecen y se vuelven más profundas, la ley de mineral que se extrae disminuye, lo que resulta en un menor rendimiento de producción. Esta menor concentración de cobre ha sido identificada como una de las principales razones detrás de la reducción en la producción de Codelco. Este caso resalta la importancia de considerar tanto la cantidad como la calidad del mineral extraído para garantizar la sostenibilidad de la producción.
Además de Codelco, otras compañías también han tenido que modificar sus procesos para asegurar la extracción de un producto de calidad. Métodos como la automatización de sistemas y control avanzado, flotación avanzada y técnicas de lixiviación selectiva, sistemas de ventilación, entre otros, han permitido mantener la productividad en línea con la evaluación del material.
La cantidad de cobre en un yacimiento es indudablemente un factor clave, pero no debe considerarse de forma aislada de su calidad. La ley de minerales tiene un impacto directo en la eficiencia de los procesos de extracción y en la viabilidad económica de los proyectos. Aunque la tecnología e innovación han permitido explotar yacimientos con leyes de minerales más bajas, es crucial reconocer que existe un límite para compensar esta disminución.
Es por esto que hoy el desafío debe abordar dos aspectos: la producción y la calidad del producto extraído. Invertir en nuevas tecnologías garantiza la sostenibilidad y el éxito continuo en la industria minera del cobre.
